martes, 20 de diciembre de 2011

Cordón de aguas residuales afecta la pesca

Cordón de aguas residuales afecta la pesca

El biólogo marino Juan Luis Marval opina que lo ideal es que el 100% de las aguas tratadas en más de diez plantas que funcionan en la isla de margarita, quedaran en tierra. Servirían para el riego de parques y avenidas.
Yanet Escalona
Por un lado es positivo que existan plantas de tratamiento para las aguas negras. Lo lamentable es que luego de tratadas se lancen al mar. También a estas alturas está en duda hasta qué punto se utilizan métodos obsoletos para el respectivo tratamiento.
Foto: ARCHIVO
19 dic, 2011 | La subutilización de las aguas tratadas en las diferentes plantas que funcionan en la isla de Margarita, ha sido un tema recurrente a lo largo de los años. Hasta ahora no ha hay una respuesta concreta para que el 100% de esas aguas sean utilizadas “en tierra” para el riego y darle mayor utilidad pública a la inversión del Estado en esa área, y no que continúen desperdiciándose con sus insufribles descargas al mar.
Es el análisis que hace el biólogo marino Juan Luis Marval, con relación a todas las aristas vinculadas con esa práctica ambiental.
Comienza con el ejemplo de la sardina, cuya producción ha ido en declive en los últimos años y no hay quién diga a ciencia cierta qué ha pasado con esa especie pelágica y por qué no entra a la costa como antes. Sobre la diminuta sardina hay mucha tela que cortar, como lo esboza Marval.
-En primer lugar, hay que analizar por qué cada vez son menores las capturas. Si en décadas pasadas sobrepasábamos las 100 mil toneladas al año, vemos cómo en 2010 se pescaron apenas 7 mil toneladas y creo que este año apenas cerraremos con cinco mil, lo cual revela que definitivamente algo está pasando.
Marval dijo que aparte de la mala influencia por el uso indiscriminado de las llamadas “máquinas de argolla” por parte de pescadores sucrenses en aguas margariteñas, también considera que en la baja captura influyen factores ambientales, como éste de contarse con un “cerco” o “cordón” permanente de aguas residuales que van directo al mar, desde las diferentes plantas de tratamiento, además de algunas instalaciones hoteleras a orilla de playa que solapadamente no desaprovechan oportunidad, sobre todo en las noches, para “contribuir” también con este tipo de descargas.
En el caso de las “máquinas de argolla” toma en cuenta que estos pescadores atrapan una cantidad de sardinas y la otra la desecha, botan la que no pueden cargar. Viejos y sabios pescadores siempre han insistido en que donde hay peces muertos, no hay buena captura y eso tiene lógica por las sustancias cadaverinas que propicia tal presencia en aguas circundantes. Los marinos de más experiencia sostienen que en placeres de pesca donde lanzan restos de otros pescados, no se dará la buena pesca.
Hasta hora las autoridades marítimas han sido indiferentes a las denuncias de los pescadores artesanales del estado Nueva Esparta, respecto a las “maquinas de argolla”, un tipo de arte que ha sido cuestionado en Margarita, porque los locales utilizan ancestralmente el llamado tren sardinero, con faena cercana.
-Si la sardina no entra por todos esos factores, esa es la razón principal de que tampoco haya buena captura debido a que la sardina, como las otras especies, necesitan de aguas limpias, dijo Marval.
Son muchos los elementos en juego para identificar el problema, pero da la impresión que nadie quiere ahondar en las razones que inciden en esta baja captura. En el caso de la sardina, una especie que siempre se había acercado a las costas margariteñas, hay un ejemplo concreto, pero en general Marval considera que ese cordón de aguas residuales también está afectando el ambiente marino-costero en general y viola el Código Internacional Marpol.
Plantas obsoletas
Las plantas de tratamiento son vistas como un “mal necesario”, pero está demostrado que hay otras maneras más modernas y menos contaminantes de realizar ese proceso. Tengo conocimiento que incluso las lagunas existentes y los aireadores están en desuso en otras partes del mundo, dando paso a tratamientos bacteriológicos muchos más efectivos y que afectan menos el ambiente marino, comentó Juan Luis Marval.
-Es necesario que se analicen alternativas y que las aguas ya tratadas sean utilizadas 100% en el riego de avenidas y parques margariteños.
Eso sin abordar la otra realidad y es que estas aguas sean de mala calidad, por el mal mantenimientos de las plantas de tratamiento existentes en el estado Nueva Esparta.
Juan Luis Marval, quien es asesor del Museo Marino de Boca de Río, Península de Macanao, también trabaja con el Consejo de Pescadores de El Guamache y es parte activa del proyecto Islamar.