La vorágine capitalista se apoderó de las aguas profundas de San Juan Bautista, mientras el pueblo padece de sed, se secan los grandes árboles y se acabó la agricultura.
El fértil valle sanjuanero, que en antaño era la fuente natural en la que se abastecían todos los pueblos de la isla, que acudían a los ríos y abercones por el vital líquido, hoy padece la irracional explotación de sus acuíferos; las aguas se han convertido en una mercancía; además de su valor de uso, tan necesaria para la vida; magnifican su valor de cambio, “negocio”.
Negocio que se sustenta en el robo a la nación, ya que por encontrarse el vital líquido en el subsuelo es propiedad de la nación y no de los propietarios de los terrenos que mediante pozos profundos se la apoderan para convertirla en mercancía, enriqueciéndose con un bien del pueblo sin importarles que ese pueblo padezca sed y sin importarles el daño ecológico que generan.
La extracción de agua ha sido tan descomunal que ha descendido el nivel freático con las consabidas consecuencias que esto acarrea: las raíces de los arboles ya no alcanzan el agua y al no poderse hidratar se secan; los espacios vacios dejados por el desalojo del agua dulce, se corre el riesgo que sea ocupado por las aguas saladas del mar, que por la condición de isla, se encuentran muy cerca y no sólo a los alrededores, sino también más profundo, como lo pudo experimentar un ambicioso que quiso mejorar la extracción de su pozo y al profundizarlo más lo que salió fue agua salada.
Todos los exabruptos cometidos por estos hidrófagos o hidrocogientes, se hacen bajo la mirada complaciente de Hidrocaribe, del Ministerio del Ambiente, la Alcaldía y el Concejo Municipal de Díaz, ante quienes, en innumerables oportunidades han acudido los representantes de la Mesa Técnica de Aguas, el Centro Cultural El Tucán, la radio comunitaria Sierra 97.7 FM y pueblo en general.
Se han realizado operativos, visitas técnicas, etc., se han tomado fotografías, videos, muestras de aguas, hasta se ha detenido momentáneamente la extracción con la presencia de la Guardia Nacional, pero momentáneamente, ya que al día siguiente continúan las operaciones. Se montan shows que terminan siendo burlas al pueblo, ya que no hay, hasta la fecha, un pronunciamiento oficial sobre tan grave problemática.
El negocio es de tal magnitud que las aguas profundas del Valle de San Juan Bautista se han convertido en la materia prima de dos fábricas de hielo y tres embotelladoras de agua mineral, amén de la venta directa en camiones cisternas para llenar piscinas, hoteles, centros de recreación y hasta para los ferrys; ha sido tan espléndido el “negocio” de las aguas que se está ampliando el mercado de agua mineral embotellada hasta tierra firme.
¡Qué paradoja! De Tierra Firme viene agua por el acueducto a Margarita y de San Juan Bautista sale el agua embotellada para tierra firme; cuando los vecinos de San Juan padecen de sed, no les llega el vital líquido por las tuberías, se secaron los ríos y las aguas profundas son un negocio.
Y, como colofón, podemos agregar: “San Juan Bautista no tiene servicios de recolección de aguas servidas (cloacas), se utiliza sépticos – sumideros, que por lo tanto percolan al acuífero” ¿Será que lo que le da valor a las aguas de San Juan son las excretas de sus habitantes?.
Todo esto está aconteciendo en el marco del proceso Revolucionario Bolivariano, que durante estos últimos 10 años experimenta nuestro país, el pueblo protesta, el estado no le para… ¡prevalece el capital sobre lo social!.
Fuente: Pico y Espuela Comunistas Nueva Esparta/ http://picoyespuela.blogspot.com/ Correo: pcvnuevaesparta@gmail.com
